sábado, 12 de febrero de 2011

HACIA LA REFUNDACIÓN DE LA ESCUELA

HACIA LA REFUNDACIÓN DE LA ESCUELA
PERÚ
Hugo Javier Amorós Terrones
Magíster Universitario.
I.E.E. “Antonio Guillermo Urrelo”




El siglo XXI se caracteriza por el fuerte crecimiento del conocimiento y de la información. El saber es incontrolable e inabarcable. Más aún, la materia prima en esta nueva Sociedad es el conocimiento. (Martiniano Román Pérez 2004)
Las Reformas Educativas Iberoamericanas de finales del siglo XX miran, en su gran mayoría, más al pasado que al futuro y en la mayor parte de los casos han sido un fracaso, por sus graves contradicciones internas, causando un profundo malestar docente y profesional, entre los profesores. No obstante afirmamos que es urgente y necesario “reformar estas Reformas”, construyendo sobre algunas de sus aportaciones, pero integrando éstas en el marco de la Sociedad del Conocimiento, desde un nuevo paradigma.
El Sistema Educativo Peruano, sigue careciendo de dirección. La escuela tradicional  y el Paradigma Conductista, prevalecen en la mayoría de las Instituciones Educativas a Nivel nacional; son pocas las Escuelas que han empezado a transitar hacia el cambio de un nuevo paradigma, en este caso el Socio – cognitivo humanista, que reclama la Refundación de la Escuela.

1.            LA REFUNDACIÓN DE LA ESCUELA EN UNA NUEVA SOCIEDAD
Según Martiniano Román Pérez y Eloísa Díez López, nos dicen que Refundar una organización es mirar al futuro sin perder el pasado, construir modernidad sin perder tradición, porque aprender es modificar los esquemas previos tanto personales como institucionales. En nuestra escuela estos esquemas previos están muy arraigados tanto entre los profesores como entre los ciudadanos y por ello modificarlo  es complejo y muy difícil.
En la Refundación de la Escuela se postula no sólo un cambio de esquemas previos (no es fácil) sino un cambio más profundo de estructuras previas, más en concreto se postula a un CAMBIO DE PARADIGMA ( que es mucho más complejo y difícil).
Refundar la Escuela es recuperar con claridad los objetivos en forma de capacidades-destrezas y valores-actitudes (objetivos cognitivos y afectivos) y orientar los contenidos y los métodos a su desarrollo y su consecución.
En el presente siglo XXI es necesario no sólo una escuela para todos sino, sobre todo, una escuela de calidad para todos. Pero la calidad no sólo está en las estructuras, las tecnologías o los nuevos lenguajes (icono e informático) sino sobre todo en los aprendizajes, en el marco de las organizaciones que aprenden y son capaces de crear su propio conocimiento. Y en un aprendizaje de calidad no basta sólo aprender contenido o métodos sino sobre todo aprender herramientas (capacidades, destrezas y habilidades) con tonalidades afectivas (valores y actitudes).
La Refundación de la Escuela empieza en el aula y más en concreto en la forma de entender el Diseño Curricular de Aula, como forma de planificación. Teniendo en cuenta el siguiente axioma: contenidos y métodos son medios para desarrollar capacidades y valores.
Este nuevo modelo de Diseño Curricular de Aula, tanto teórico como práctico debe estar bien fundamentado, en el marco de una Escuela Refundada, de un Diseño Curricular de Aula como modelo de aprendizaje – enseñanza (más allá del viejo modelo enseñanza – aprendizaje), en el marco de la sociedad del conocimiento.
Entendemos este modelo de aprendizaje – enseñanza en primer lugar como una forma de entender la vida del aula como una organización que aprende y como una sociedad de aprendizaje y en segundo lugar este aprendizaje parte de las capacidades, destrezas y habilidades del aprendiz y de sus valores y actitudes, para tratar de desarrollarlos de una manera sistemática. En tercer lugar, subordinamos la enseñanza del aprendizaje del aprendiz y entendemos ésta como una forma de mediación del profesor en su aprendizaje.
Pero estos supuestos previos nos obligan a un cambio de paradigma, por lo que optamos, en el marco de la Refundación de la Escuela y la Sociedad del Conocimiento, por un nuevo paradigma humanista socio – cognitivo.

2.            LA MODIFICABILIDAD ESTRUCTURAL COGNITIVA
Con este modelo teórico-práctico de la modificabilidad estructural cognitiva, se pretende mejorar el rendimiento intelectual de los adolescentes. Se trata de una técnica de intervención cognitiva y mejora de la estructura de la inteligencia, entrenando ésta en operaciones básicas del pensar.. Por lo que se trata es de modificar significativamente la estructura cognitiva de la inteligencia, mejorando algunas destrezas y habilidades básicas de la misma.
Esto supone una ruptura epistemológica, con reformas educativas anteriores y sus modelos conductistas, del modelo enseñanza – aprendizaje por otro de aprendizaje – enseñanza. Esto implica un cambio de mentalidad profunda en los profesionales de la educación y la enseñanza. Cuya nueva función se concreta en la mediación del aprendizaje y la mediación de la cultura social.
La inteligencia es sobre todo producto del aprendizaje. De otro modo el aprendizaje mejora la inteligencia y ésta acelera el aprendizaje. Por ello se afirma que se puede aprender a ser inteligente, ya que el ser humano y sobre todo el niño, posee flexibilidad y plasticidad en su estructura cognitiva.
La modificabilidad estructural cognitiva se caracteriza por un proceso de cambio autónomo y autorregulado por el organismo, así como el alto grado de permanencia en el tiempo (duración temporal amplia), penetrabilidad (grado de profundidad en la misma) y significado del cambio producido, que se puede concretar en tres elementos:
a) Relación parte – todo: (los cambios producidos en una parte de la estructura cognitiva, afecta al todo de la misma).
b) transformación estructural cognitiva: (Se dan a partir de múltiples situaciones, condiciones, modalidades y contenidos, a partir de una adecuada mediación por parte de los adultos).
c) Continuidad y autoperpetuación: (Permanecen en el tiempo de una manera indefinida).
Esta teoría, considera al individuo y al sujeto que aprende como un sujeto abierto al cambio y a la modificación. Asimismo, se afirma que la estructura de la inteligencia es modificable por medio de la intervención oportuna de los adultos y la mediación adecuada en el aprendizaje de niños y jóvenes. Esta mediación implica el desarrollo sistemático de determinadas capacidades y destrezas que facilitan la modificación de la estructura de la inteligencia.
Para las Reformas Educativas Actuales, supone un cambio de paradigma. Del conductismo al Socio-cognitivo de la Enseñanza – Aprendizaje al Aprendizaje – Enseñanza; del profesor transmisor de contenidos a un profesor mediador del aprendizaje. Es necesario para integrar la teoría y la práctica de las Reformas Educativas actuales, partir por un lado, de una correcta definición de currículum y,  por otro, de modelos claros de aprender a aprender.
Todo ello supone un profundo cambio de mentalidad tanto personal como institucional, que facilite el tránsito hacia nuevos modelos de aprendizaje – enseñanza. Este cambio se facilita en la práctica con diseños curriculares adecuados aplicables al aula. La transición de la escuela propia de la sociedad industrial a la escuela de la sociedad del conocimiento sólo es posible desde el aula y con diseños curriculares claros y aplicados en este nuevo paradigma.
3.            INNOVACIÓN EDUCATIVA EN EL MARCO DEL PARADIGMA SOCIO-COGNITIVO.
Resulta relevante resaltar las nuevas demandas de innovación, para la escuela, en la sociedad del conocimiento y de la información y ello en el marco del paradigma socio – cognitivo humanista son numerosos los teóricos que abogan por un cambio de paradigma en educación (Feurestein,1993; Pérez Gómez,1998), pero son pocos los que concretan el cómo de este cambio, tanto teórico cómo práctico, desde una perspectiva sistémica y global.
A menudo la didáctica en las aulas va por un lado, la organización escolar va por otro y la innovación se reduce a elementos periféricos y externos de la escuela. La incorporación, a la Escuela, del modelo “organizaciones creadoras del conocimiento”, en el marco de las  “organizaciones que aprenden” resulta interesante y prometedora, aunque no exento de dificultades. Para situarse en modelos de aprendizaje aprender a aprender (de triple ciclo) implica un cambio de modelo teórico cultural e incluso de paradigma, es nuestro reto como docentes dar un nuevo paso en el marco del paradigma socio-cognitivo, tanto a nivel teórico como práctico.

Los supuestos fundamentales, entre otros, son los siguientes:


1.    Clarificación de la cultura institucional u organizativa
Desde este supuesto la escuela como una institución creadora del conocimiento (innovación creadora), de una manera corporativa, entendida como una organización que aprende ( y desde ahí enseña). Y dicha creación del conocimiento no se realiza sólo de una manera reproductora, entendida como herencia cultural, sino transformadora (reinvención de la cultura aquí y ahora). Y este conocimiento ha de ser transmitido a las nuevas generaciones, que aprenden, de una manera crítica y creadora, para desarrollar personas críticas, constructivas y creadoras.

                        La escuela, como organización creadora del conocimiento,  maneja estas cuatro herramientas fundamentales: capacidades, valores, contenidos y métodos / procedimientos, donde:
Las capacidades se han de entender como habilidades generales que utilizan o pueden utilizar los aprendices para aprender (tanto los alumnos como los profesores somos aprendices). Como tales las organizaciones poseen una inteligencia potencial o real organizacional, entendida como conjunto de capacidades, destrezas, habilidades. La innovación escolar ha de estar centrada en el desarrollo de capacidades básicas para la vida o para una profesión en el marco de la sociedad del conocimiento e información.
Los valores y actitudes nos muestran las tonalidades afectivas de una organización educativa y estos valores son un componente fundamental y básico de la cultura institucional. Pero estos valores han de ser releídos y recreados en las sociedades en cambio permanente (innovación afectiva)
Los contenidos son formas de saber de una organización educativa y se estructuran de ordinario en contenidos conceptuales (conceptos, teorías, principios, hipótesis, leyes,…) y contenidos factuales (hechos, experiencias, ejemplos,..)
Los métodos / procedimientos son formas de hacer y se concretan en técnicas, tecnologías, herramientas prácticas. Recordemos también en este planteamiento que tan importante es el saber como el saber qué hacer con lo que se sabe.
En nuestro caso, postulamos un aprendizaje de triple ciclo, donde contenidos y métodos son medios para desarrollar capacites y valores, donde lo tácito u oculto actúa también como explícito. En este supuesto hablamos de un modelo de aprender a aprender organizativo en el marco de un nuevo paradigma, que se denomina socio – cognitivo.

2.    Visión eco- sistémica, ontológica y epistemológica, de la Organización escolar
Esta visión eco – sistémica posee una doble dimensión: ontológica y epistemológica. Desde una visión ontológica (personas o instituciones como seres que aprenden) entendemos que la organización que aprende realiza un aprendizaje individual, grupal, institucional, e interinstitucional. Pero la clave y el punto de partida radica en lo grupal o el aprendizaje mediado entre iguales.
La organización creadora del conocimiento se centra en los equipos de trabajo y directivos medios (liderazgo lateral), en permanente interacción, centro – arriba – abajo.
Estos equipos de trabajo reflexionan sobre su propia práctica profesional e institucional y su reflexión ha de llegar por un lado a los directivos y por otro al resto de compañeros.
Desde una dimensión epistemológica (cómo conocemos) donde se tratará de explicitar por un lado el conocimiento tácito  (currículum oculto) y por otro el pensamiento explícito para tratar de interiorizarlo. Las reflexiones de Nanota y Takeuchi (1999) nos parece interesantes y sus procesos de la espiral de conocimiento organizacional, a partir de la cual, el conocimiento individual se transforma en organizacional. Las organizaciones que aprenden desde esta perspectiva interactiva, realizan aprendizajes constructivos y significativos.

3.         Organizaciones educativas que aprenden y aprendizaje organizativo. Inteligencia organizativa.
Las organizaciones que aprenden poseen una inteligencia organizacional entendida como un conjunto de capacidades, destrezas y habilidades para aprender. Esta inteligencia ha de ser considerada como un potencial de aprendizaje organizativo, que indica las posibilidades de aprendizaje de una organización a partir de la autorreflexión colectiva, centrada en el saber cómo hacer (potencial innovador)
Este potencial de aprendizaje organizacional sería un concepto relacionado con el de zona de desarrollo potencial de Vygotski. Pero este aprendizaje potencial ha de estar impulsado por los miembros más capaces (poseen más capacidades para aprender) de una organización. Este proceso de aprendizaje, entendido como espiral creadora del conocimiento, se suele iniciar en ellos, pero debe llegar a los demás.
La mediación entre iguales es fundamental en este proceso innovador de desarrollo organizacional (el apoyo externo puede ayudar, pero no suplir) y este desarrollo implica una reflexión compartida sobre el saber cómo hacer y de este modo se va creando un conocimiento nuevo entendido como una forma de desarrollo del potencial de aprendizaje organizacional, que de esta manera se convierte en aprendizaje real. Reflexionar sobre el conocimiento tácito para convertirlo en explícito. De este modo la inteligencia  potencial organizacional se convierte en real y las capacidades potenciales organizacionales se actualizan.

4.         Aprendizaje institucional constructivo y significativo
La organización educativa como innovadora – creadora del conocimiento y capaz de aprender (posee capacidades para aprender) ha de construir su propio aprendizaje, contraponiendo hechos con conceptos y conceptos con hechos. Los hechos están presentes en la realidad organizativa mientras que los conceptos han de ser creados por la inteligencia organizativa. Este planteamiento podría denominarse constructivismo colaborativo (Pérez Gómez, 1998).
Los nuevos aprendizajes surgen del análisis de la experiencia organizacional y de las formas de saber hacer para convertirlas en saber cómo hacer. Pero también los nuevos aprendizajes surgen de los esquemas previos (individuales y colectivos) de una organización, que suelen coincidir básicamente con las creencias y presunciones básicas de los profesores sobre la enseñanza y el aprendizaje. Estos esquemas que en la práctica no son fáciles pero si pueden ser modificables, a menudo generan conflictos cognitivos (y también afectivos) en las organizaciones.
Pero las organizaciones aprenden y crean conocimiento cuando poseen dudas razonables sobre lo que hacen, al no encontrar demasiado sentido a su hacer. Desde esta perspectiva surge el aprendizaje significativo organizacional. Este tipo de aprendizaje nace al relacionar lo que se aprende con su experiencia previa (fundamentalmente práctica), al relacionar lo que se aprende con los conceptos previos y al relacionar adecuadamente entre sí los conceptos aprendidos. Desde estos supuestos el aprendizaje organizacional posibilita el cambio y la innovación, en función de las demandas sociales y contextuales.
Asimismo, tenemos que ser conscientes que los cambios de cultura organizacional son muy lentos, pero los cambios de paradigma (Refundación de la Escuela) lo son mucho más, pues supone una revolución científica organizacional, utilizando la terminología de Khun.

5.  Aprender a aprender institucional como uso adecuado de estrategias cognitivas y meta cognitivas.
El aprender a aprender  organizacional e institucional, implica un proceso triple de conocimiento, ya que pretende cambiar no sólo las normas o los esquemas previos de una organización sino también las estructuras mentales previas o incluso los paradigmas mentales organizativos. En nuestro caso nos centramos en el nuevo modelo de Aprendizaje-enseñanza. Este planteamiento no sólo ha de llegar a las aulas y a determinados profesores a nivel individual, sino que ha de socializarse en la organización de una manera colectiva.
En este contexto se afirma que el aprender a aprender implica el uso adecuado de estrategias cognitivas organizacionales e institucionales, entendidas como pasos de pensamiento orientados a la solución de problemas organizacionales y también como caminos para desarrollar capacidades-destrezas (procesos cognitivos) y valores – actitudes (procesos afectivos) de los sujetos (profesores y alumnos) que componen una organización que aprende (capital intelectual), lo cual posibilita el cambio cultural. Y esto no es ni más ni menos que innovación educativa entendida como Refundación de la Escuela.
El aprender a aprender organizacional implica el uso adecuado de estrategias meta cognitivas, al tratar de explicitar el propio pensamiento organizacional e institucional, pensando sobre el mismo, para reelaborarlo. Las organizaciones han de explicitar su propio pensar “pensando como piensan para aprender”
Sólo se puede mejorar el aprendizaje de una organización cuando ésta es capaz de pensar sobre  su propio aprendizaje y sólo se puede mejorar el conocimiento organizacional propio cuando se convierte en meta conocimiento y, de este modo, surgen las estrategias organizacionales meta cognitivas, en el marco del paradigma socio-cognitivo como modelo de aprendizaje – enseñanza. Y esto es: Refundar la Escuela.

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