lunes, 14 de febrero de 2011

RESPUESTA SOLIDARIA A LOS CONFLICTOS

RESPUESTA SOLIDARIA A LOS CONFLICTOS PARA CONSTRUIR UNA ESCUELA DEMOCRÁTICA.
Perú
Hugo Javier Amorós Terrones
Magíster Universitario
I.E.E. “Antonio Guillermo Urrelo”

Hay algunas actitudes que nosotros los maestros y maestras,  podemos aprender y desarrollar para ejercer bien nuestra labor educativa. Estas son:
Ser imparcial: Es decir, no manifestar preferencias por ninguna de las partes que está en conflicto.
Ser positivo: Significa promover aquello que une a  las partes, las coincidencias y no las discrepancias.
Tener paciencia: Lo que quiere decir es desarrollar la capacidad de esperar, de no presionar ni desesperarse para resolver el conflicto. Saber que generalmente las respuestas más justas y solidarias son las que más demoran.
Ser creativo: Para imaginarse alternativas variadas, propuestas diversas de salida que puede sugerir, nunca imponer.
Tener empatía: Significa la “capacidad de ponerse en el lugar del otro” y así poder comprenderlo mejor. Sólo si se tiene esta actitud las personas se sentirán comprendidas y tratarán, a su vez, de comprender al otro.

Por otro lado debemos tener en cuenta ciertas habilidades para dar respuestas solidarias a los conflictos.

a) Saber Escuchar y enseñar a escuchar:
La primera habilidad para realizar una buena mediación es saber escuchar, y enseñar a escuchar. ¡ Esto e fundamental!
Facilitar y mejorar la comunicación supone:
-Generar, en el aula, un ambiente de confianza, de diálogo y de aceptación mutua que ayude a todos a buscar soluciones creativas y constructivas.
-Controlar y/o superar toda forma de destrucción de la convivencia: insultos, desprecio, indiferencia, estereotipos, racismo, etc.
-Quien mal escucha, mal responde: si no entendemos el conflicto, poca o mala será nuestra ayuda. Escuchar es una habilidad y un arte indispensable para que el maestro pueda ser mediador del conflicto y, en muchos casos, será la más importante, y esto, por tres razones:
-          Porque no se puede comprender las causas de los conflictos sin escuchar a los que lo viven: sus perspectivas, necesidades, actitudes, etc.
-          Porque las personas no confían en aquellos que no tienen la capacidad de ser simpáticos y de entender a los demás. Ganamos la posibilidad de ayudar a otros, cuando les damos la seguridad de confiar en nosotros.
-          Porque en un conflicto, normalmente los sentimientos y las emociones dominan sobre la razón y la lógica. Cuando se escucha a una persona, se le da la posibilidad de expresar sus sentimientos, y a la vez, de escucharse a sí misma, lo que ayuda a que reconsidere la situación conflictiva, y pueda tener una visión más racional.
Debemos escuchar para:
-          Crear una ambiente en el que los alumnos puedan expresarse libremente,
-          Promover la confianza mutua,
-          Demostrar un verdadero interés en la persona que escuchamos,
-          Entender el conflicto desde la perspectiva del otro.
Algunas sugerencias para demostrar que estamos escuchando:
- Adoptemos una actitud activa. Escuchar es una acción esforzada que busca, por un lado, comprender lo que el otro piensa, diente y padece, y, por otro, comunicarle que estamos con él y que le estamos entendiendo.
- Escuchamos mejor con los ojos y con todo el cuerpo: supone dejar toda actividad que nos distraiga, dirigir atentamente nuestro cuerpo a la persona que habla, y mirarla como señal de dedicación total, dejando a un lado todo lo que nos distrae.
- Aprendamos a parafrasear. Es una de las mejores formas de comprender lo que el otro dice y comunicarle que sí lo estamos entendiendo. Parafrasear quiere decir que vamos repitiendo con nuestras propias palabras lo que el otro nos va diciendo. Para lograr esta habilidad que también se aprende con la práctica hay que tener presente algunas cosas:
- Recuerda que el objetivo es escuchar a otro, no decir tus ideas y opiniones. Manifestarle que estás centrado en él y en lo que dice.
- En los conflictos, tal como lo hemos dicho, casi siempre los sentimientos y las emociones nos dominan, cuando una persona explica su perspectiva o visión del conflicto, sobre todo si está molesta, mezcla los sentimientos con los hechos. Hay que saber que esto sucede así y que queremos ayudar a resolver los conflictos de una manera integral, es necesario identificar tanto los sentimientos de la persona como los hechos del conflicto, y a expresarlo con nuestras propias palabras. Si no acertamos con lo que la persona siente, piensa o relata, ella nos corregirá.
- Para aprender a parafrasear hay que dejar en segundo plano las propias opiniones y valoraciones. Sólo así se podrá comunicarle cercanía, disponibilidad y comprensión.
- Cuando existe un ataque verbal, la tendencia es devolver con la misma moneda; defenderse, justificarse y atacar. Esto aumenta la tensión emocional y disminuye la razón. En cambio, si ante un ataque verbal, se parafrasea lo que el otro dice, podemos cambiar la dinámica de intercambio y se abrirá la posibilidad de diálogo.

b) Saber y enseñar a analizar los conflictos
Para analizar un conflicto y responder a él, es necesario tener en cuenta ciertos pasos.
1er Paso: Representar el conflicto
Se trata de representar, ante el grupo, un conflicto, sea latente o manifiesto, real o inventado pero, que sea simple, concreto y que pueda beneficiar a todos.
2do Paso: Analizar el conflicto
Se trata de promover un diálogo que busque analizar y “descomponer” el conflicto escenificado: encontrar sus raíces, definiendo qué tipo de conflicto es, qué sentimientos ha originado, qué necesidades revela y cuáles son sus causas y consecuencias.
A primera vista, cualquier conflicto se presenta como una desordenada mezcla de hechos, perspectivas, actitudes, intereses y explicaciones. Si no se descubren sus raíces, el conflicto será irresoluble.
Es por esto que hay que analizarlo con cierto orden.
Para descubrir la raíz de cualquier conflicto, recomendamos lo siguiente:
Delimitar el conflicto superando las generalizaciones.
Distinguir las causas inmediatas, de las remotas.
Aclarar y centrarse en los intereses que motivan a las personas y no en las soluciones ante el conflicto.
Concretar las necesidades básicas de cada uno.

¿ Cómo hacerlo?

 Hablar con las personas en conflicto:
Cuando lo expliquen y muestren sus perspectivas, pedirles que relaten los hechos sin generalizar. La generalización es un obstáculo que hay que superar pues mezcla y confunde todo. Es una manera de echar la culpa a la otra parte, no permite el diálogo constructivo, obstaculiza el descubrimiento de los hechos concretos, agranda y perpetúa el conflicto. Hay expresiones que revelan este error:
“Es que no sabe llevarse con la gente”.
“En el fondo es un irresponsable”.
“Todos saben que él es un...”
“Parece que la gente quiere…”
“ Creo que ellos piensan que...”.
  Para evitar la generalización hay que pedir hechos concretos con preguntas como las siguientes:
“¿Quién hizo? ¿ qué ? ¿ a  quién? ¿ cuándo ?
Separar y distinguir cada asunto evita el caos:
 Hay que trabajar asunto por asunto. Esto tiene varia ventajas:
Obliga a las personas a hablar lo específico y hacer una definición precisa del asunto a tratar, se ve con más claridad el conflicto.

Distinguir las causas inmediatas de las remotas:
Par poder entender un conflicto es necesario buscar las causas que lo produjeron.
Para encontrarlas, debemos tener en cuenta que, en el origen de los conflictos, hay dos tipos de causas: las inmediatas y las remotas.
Normalmente, cuando se analiza un hecho conflictivo, nos encontramos con un acontecimiento  particular y reciente que inicia el conflicto ( la “chispa”), haciendo que los involucrados entren en oposición: ésta es la causa inmediata. Pero, detrás, siempre se esconden otras causas más remotas: desacuerdos, malos entendidos, diferencias, racismo, inmadurez, discriminación, autoritarismo, normas, violencia etc. que se tienen que descubrir porque son la raíz del conflicto.

 Aclara los intereses que motivan a las personas:
Pero si queremos ir más a fondo y eso es lo que hay que hacer, debemos encontrar cuáles son los intereses de las personas en conflicto, puesto que ellos son los fundamentos de sus actitudes, comportamientos y explicaciones. La mejor manera de saberlo es preguntando ¿ por qué? ¿ Por qué es tan importante este asunto para esta persona?.


Quinto: Concretar las necesidades básicas de cada uno
Pero tenemos que ir aún más a fondo: debemos identificar las necesidades de las personas en conflicto, conociéndolas, encontramos las causas de los intereses.
Para analizar un conflicto: primero, descubrir las necesidades; luego, identificar intereses; después ver las posturas o actitudes y, al final, los comportamientos. La raíz y el inicio de todo el proceso está en las necesidades.
Es decir, si deseamos resolver satisfactoriamente un conflicto, es necesario:
Que detectemos cuáles son las necesidades de las personas en conflicto,que estas personas reconozcan sus necesidades, y, que ellas se esfuercen en comprender las necesidades de los otros.
 Para análisis del conflicto, además de la muy útil técnica de la escenificación o sociodrama, se pueden usar muchas otras:
. Congelación.
. Títeres, marionetas
            . Narración  inconclusa.
            . Análisis de un pleito.
            . “Alter ego”
            . Cambio de roles.
            . Intercambio de imágenes
            . Tiras cómicas
            . Narración en cadena.

3er paso: Buscar soluciones:
            A manera de “Lluvia de ideas”, proponer a las personas que indiquen la/s solución/es que creen más conveniente para el conflicto presentado, pidiéndoles que fundamenten sus propuestas.

Primero: Saber y enseñar a negociar y cooperar solidariamente
Las personas en conflicto tienen muchas formas de reaccionar, adoptan actitudes que reflejan sus sentimientos, valores y niveles de madurez. Algunas reaccionarán con violencia y otras, buscarán la Solidaridad, la Justicia y la Paz.
En efecto, hay algunas personas que, en un conflicto, tienden a reaccionar según el ambiente y las circunstancias externas, otras optan por competir, agredir, amenazar, etc. Hay quienes siempre evitan los conflictos, otros quieren a toda costa salirse con la suya, otos, por el contrario, ceden acomodándose a las necesidades e intereses de los demás.
Profundizar estas distintas respuestas , es fundamental para todo maestro que quiera ser mediador. Sin embargo, y con la ayuda de un cuadro comparativo (VER ANEXO), vamos a estudiar las actitudes y respuestas competitivas ( muy comunes y apreciadas en nuestras familias y escuelas) y las actitudes y respuestas de cooperación solidaria.

Segundo:  Saber y enseñar a crear diversidad de soluciones
Los conflictos están compuestos por las necesidades e intereses de cada uno, y tienen múltiples formas de solución. Pero el problema se agrava y estanca cuando las personas se aferran a una sola solución. La clave radica en que las personas acepten que hay diversidad de soluciones y, además, que amplíen su capacidad de buscarlas.
Con el fin de ayudar al Maestro-mediador, he aquí algunas sugerencias para lograr esto:
- Una de las razones que hace que las personas se aferren a una sola solución es la seguridad que les proporciona, mientras que lo desconocido produce miedo y desconfianza. Por eso es importante establecer, entre todos, un ambiente positivo donde puedan considerar otras soluciones sin sentirse amenazado o inseguros. Primero se invita a proponer soluciones y después a criticarlas y evaluarlas.
 En este sentido se puede:
* Empezar haciendo una lista con las primeras soluciones propuestas.
Sugerir al grupo que durante unos 10 minutos digan en voz alta otras solucione, prácticas o no, pero sin evaluarlas. El Maestro- mediador también puede sugerir sus ideas.
- De la lista hecha entre todos, invitarlos a no pensar sólo en las soluciones que le conviene a cada uno, sino pesar en las soluciones que pueden satisfacer las necesidades del otro. El objetivo es claro: que las personas en conflicto reconozcan que pueden obtener más fácilmente lo que desean, si logran que  el otro también salga con la suya. Esto significa que sus intereses no son necesariamente opuestos. En efecto, cuando un alumno sugiere una solución al conflicto, el Maestro-mediador puede pedir que piense y diga si su solución fue bien entendida, bien expresada, y si conviene al otro, y, si no, ver qué se puede cambiar para que sea aceptable para ambos, de tal manera que se logre un consenso.
- Que las sugerencias propuestas para solucionar un conflicto sean expresadas en positivo y no en negativo: que manifiesten lo que les gustaría lograr, y no decir lo que no desearían. El mediador debe animarles a pensar en términos de qué es lo que quieren y en lo que están dispuestos a hacer.
Para ello ayudaría la pregunta: ¿ Qué pasaría si...? con el fin de probar una posible solución, de forma positiva y tentativa, buscando que la gente sea más flexible y abierta a otras posibles soluciones.
- Para logra un consenso en las propuestas de solución de conflictos hay dos estrategias: “El acuerdo en principio” y el “Fraccionar”.
“El acuerdo en principio”: se inicia desde una perspectiva general o global del conflicto y se busca establecer un “Acuerdo de base”. Sólo después, se detallan los puntos específicos para este “Acuerdo de base”.
Otra posibilidad es “Fraccionar”: puesto que muchos conflictos tienen diversos componentes que deber ser resueltos, la estrategia del “fraccionar” se inicia dividiendo el conflicto, de tal manera que se va resolviendo parte por parte, una  por una, hasta llegar al conflicto total y a un consenso.

Tercero: Saber y enseñar a tomar decisiones por consenso
Cuando los conflictos ya han sido bastante analizados en el diálogo solidario, llegará el momento en que hay que tomar decisiones.
Esta quinta habilidad tiene como objetivo el aprender y enseñar a tomar decisiones por consenso. A éste se llega por medio del diálogo, se producen debates y discusiones pero cuando se llega a una decisión, todos deciden acatarla.



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